Tema de la semana: Vos lo elegis!!

Este es el tema que salio elegido con sus votaciones en la respectiva encuesta, que hacia referencia a la mejor cancion de el disco llamado "Hijos del culo"

07/06: La noche que Rosario vibró...


Esa desesperada espera llegó a su fin.
Esos nervios propios de un debut con tanta importancia encontraron en la noche del sábado el final de la dulce espera, pero el inicio de una nueva historia. La gira por el Interior comenzó de la mejor manera.
Todo inicio merece ser excelente, no tener nada oscuro y que todo salga tal cual lo planeado. Y así sucedió.Aquella ciudad que se mostraba impaciente por volver a verlos, ahora ya puede decir con total orgullo que fue testigo de una noche única, inigualable desde cualquier punto de vista.

Rosario estalló en un solo grito, y las sensaciones variaron.
Pero toda historia o todo relato merecen centrarse en el principio.La noche, que misteriosamente empezó temprano, en esos momentos que el sol cae y las luces artificiales de la calle comienzan a encenderse, anticipaba un clima de fiesta.
La fila humana crecía y crecía, y la ansiedad por ingresar al estadio aumentaba de forma exagerada.Con una puntualidad asombrosa, las puertas del estadio se abrieron y los primeros en llegar tuvieron su premio en ubicarse lo más cerca posible del lugar donde los artistas le regalarían un recital inolvidable, el escenario. Rápidamente todo el micro-estadio quedó repleto en almas, y la insoportable ansiedad crecía exageradamente. La presentación de una banda “soporte” como antecesora del show sirvió para apaciguar la espera. La banda encargada de anteceder a Bersuit, “La morsa”. Recibió los merecidos aplausos, y anticipó lo que sería un recital a toda orquesta.

Ya con las luces apagadas, y los latidos revolucionados se pudo observar las siluetas de cada uno de los integrantes de la banda, que se ubicaron frente a sus instrumentos, cada uno en su lugar y con la gente gritando por ellos. Bajo este espectacular marco se dio el comienzo de un recital inolvidable.
Un sorpresivo arranque, con un tema que sirvió para cerrar el “Mega Acústico” ahora utilizado para abrir el recital, puede ser interpretado como una continuación de lo que fue esa presentación para Capital Federal. Todo el ritmo, el movimiento y la energía del tema “¿Qué pasó?” sirvieron para iniciar el show.Marcando diferencias con el anterior recital, podemos mencionar que en este último no se vio la presencia de “Limón” García.
Ya con los ánimos bien altos, siguieron los temas del último disco, y bien aceptados por la crítica especializada: el público. Temas como “Laten Bolas”, “Mi vida” y “Rebelión” preparaban el clima de fiesta de la noche.
Un infaltable, que desde el River del 2007 no se ausenta, es “De ahí soy yo” que deja en cada espectador la esencia misma de la poesía porteña, en una mezcla de tango y murga que solo Bersuit puede lograr. Protestando contra las máximas autoridades, y declarando al más infeliz como el propietario de la peste ecológica.Con “La vida boba” se repitió lo que se hizo en el “Mega Acústico”, y se notó la cálida recepción del público para con ese tema, con el pasito de baile incluido y la palpitante energía del ritmo de semejante tema musical.“El gordo motoneta” y “De onda” depositaron a la gente en el lugar más preciado, el de los temas que suelen sonar poco en vivo. Y el público rosarino fue testigo al escucharlos.
En “La soledad” se notó un leve cambio, el de la batería, cuando Carlitos Martín le cedió su lugar al joven talentoso “Manu”. Seguido de “Murguita del sur” y “En la ribera”, donde una vez más se pudo apreciar las cualidades del “cóndor” Sbarbatti.
Luego, el retorno de una canción muy querida, del disco “Hijos del culo” y pocas veces interpretada en vivo: “Veneno de humanidad”. Y donde se pudo notar el sentimiento, la emoción y la nostalgia, cuando al final de dicho tema se expulsa un solo grito, un alarido del alma, tanto de Gustavo Cordera (arrodillado en el piso) como de las miles de personas que allí estaban. Un tema que eriza la piel de cualquiera.

Y nada mejor que luego de la nostalgia, alegrías desbordantes. Fue por eso que llegó “El viejo de arriba” con su culminación que comenzó siendo una improvisación en el Quilmes Rock pasado, y hoy parece ser un clásico infaltable en un show de Bersuit Vergarabat. Todo el ritmo contagioso y las vibraciones de alegría que anunciaban que la noche todavía no terminaba.Le tocó el turno al tecladista de la banda, Juan Subirá demostró todo su talento y su capacidad literaria cuando interpretó “Humor linyera”. Otra vez la calma, la tranquilidad reinó el lugar. Porque se preparó el clima para otro de los nuevos temas del último disco, ese tema que a más de uno le robó un llanto, que erizó muchas pieles y fascinó hasta al más insensible. Aquel tema que en el “Mega Acústico” Gustavo Cordera se lo dedicara a su hermana y a su madre, y que nos invoca a pensar muchas cosas por las que debemos pasar los seres humanos. Porque Bersuit sabe emocionar, entonó las estrofas de “Ansiando Libertad” con Charly Bianco tocando la guitarra, y los coristas Daniel Suarez y “el Cóndor” Sbarbatti a un costado aplicando sus voces de fondo.
Alberto Verenzuela alias “Tito” no quiso ser menos y también tuvo su lugar cuando le tocó hacer “Ebrios de sinrazón” con un privilegio que Gustavo supo darle, una compañía femenina del público.Y así llegó el primer gran estallido de la noche, el primer gran salto masivo y la efusividad reinante de “Tuyu”, con el “Are krishna” incluido.
Y la efusividad había venido para quedarse, por eso lo siguieron los temas “Yo tomo” con su inicio rockero pesado y su ritmo de cumbia y movimiento; y “La bolsa” con todo el empuje del estribillo.
Cuando toda la gente ya parecía acomodarse al estallido de más temas “power”, “El tiempo no para” tranquilizó todo el ambiente y la atmósfera era la de melancolía ya que se podía notar en la pantalla del fondo imágenes de la banda en tiempos remotos, fotos de sus inicios donde se los veía sonrientes y alegres, con el nuevo sonido de una tema histórico como lo es “El tiempo no para”.
Terminado ese tema, Gustavo Cordera invitó a chicas del público a subir al escenario para bailar, porque la alegría estaba por volver, por eso comenzó a sonar “La petisita culona” y se armó el baile carnavalesco y fiestero que la gente asombrada contemplaba. Se armó una ronda entre esas chicas que cumplían su sueño de compartir un escenario con ellos, y los integrantes de la banda que las recibieron y las hicieron sentir unas reinas, las reinas de la noche. Como para demostrar al mundo la cercanía que tiene Bersuit con su gente, y el cariño mutuo que existe.

Como ya todos estaban demasiados alegres, había que evacuar esa alegría en efervescencia, había que transformarla en rebelión, en euforia y desenfreno. Se buscó eso cuando comenzó “Sr. Cobranza” con todo lo que eso significa.Esta vez, con los roles un poco cambiados de lugar, porque los integrantes mismos de la banda quisieron desafiarse a si mismos y se animaron a dejarse llevar por la euforia.
Se pudo apreciar a Carlitos Martín abandonar su batería y tomar un micrófono para avanzar al medio del escenario a cantar, o a un Tito que dejó su guitarra eléctrica y buscó en la percusión otra posibilidad de interpretar el tema.Todos extasiados e involucrados con la causa, porque en el final de la canción, cuando ya todos habían expulsado de su cuerpo la furia hacia el gobierno, Gustavo dejó sus señales en contra de la situación actual.
Por eso seguido a “Sr. Cobranza” vino otro tema muy bien anunciado por Cordera, “Se viene”. Anunciando no solo un estallido en la gente esa noche, sino algo que irremediablemente nos puede llegar a suceder en el país, porque todos estamos cansados.¿Qué faltaba? Se preguntaban todos…
Porque dejaron el lugar, luego de los aplausos masivos, pero se presentía que algo más iba a ocurrir.
Volvió. Y fue así como Gustavo Cordera se encargó de presentar a su único invitado, una persona con un talento increíble, por su incapacidad motriz, pero notablemente con capacidad sobresaliente para el arte. No era la primera vez que tocaba con Bersuit (lo hizo en otras oportunidades allí en la ciudad de Rosario) y llegó ovacionado con su armónica y su silla de ruedas “Pancho” Chebez. Hicieron “Un pacto” todos juntos, rodeando a Pancho que tocaba la armónica y Gustavo aprovechó para sentarse en el suelo, bien cerca del artista y su gente. Conmovieron, emocionaron y se los notó plácidos dejando esa magia y ese carisma único, inigualable, que solo un grupo como el de Bersuit podría lograr. Algo magnífico el poder ver el rostro sonriente y feliz de Gustavo Cordera mientras cantaba emocionado y miraba a los ojos a su público, que lo ovacionó merecidamente.
Ahora si todo parecía indicar que la despedida era cosa seria, pero todos los vaticinios de la gente se desmoronaron cuando retornó casi sorpresivamente y de la mano de una muchacha, que con actitud desafiante observaba a la afición.Esperaron a que el resto de los integrantes se ubiquen nuevamente y por fin Gustavo anunció el último tema de la noche. Luego de la emoción y las lágrimas del tema anterior nadie imaginaba que esa chica que lo acompañaba iba a bailar una histórica canción.
Pero Bersuit es hábil para dar sorpresa, y por eso improvisó nuevamente, y para alegría del público masculino allí presente, “Hociquito de ratón”.
El cierre y la posterior despedida ya era un hecho, esa parte que nunca nadie quiere que llegue había llegado y solo restaba retornar a la vida diaria, con la experiencia de haber sido parte, fieles testigos de otra noche única, de otra noche inolvidable, como lo suele hacer últimamente Bersuit en sus presentaciones.

Porque no se cansan de sorprender, de dar alegrías, de contagiar e irradiar.

Porque donde sea que vallan la fiesta es asegurada.

Se los nota animados, tranquilos y desbordantes en confianza, alegría y gratitud con la gente. Ya existe una dualidad entre público-banda que no todas las bandas actuales logran.No paran de improvisar arriba del escenario, se los nota animados a “jugar” entre ellos, se cruzan en miradas y sonrisas cómplices que los hacen amigables para el espectador más neutral.Y todo esto en la gente influye, lo puede ver, y lo agradece con cada aplauso, con cada grito o con cada ovación.
Bersuit ya admitió tener un cariño muy grande por la ciudad donde comenzó esta gira, pero Rosario también se declara ferviente admiradora de Bersuit Vergarabat, siempre hospitalaria, con gente amigable y muy gentil en cada trato. Es una reciprocidad que Bersuit logra no solo en Rosario, sino también en cada una de las ciudades que le restan visitar, porque recordemos que la gira recién empieza, y este primer gran paso fue perfecto. Fue tan solo eso, el primer escalón para esta rica y valerosa historia que ya comenzó, pero que la familia bersuitera está dispuesta a seguir escribiendo con Bersuit…

Porque es la historia de Bersuit y su gente…


Somos G@ss y Rocko!!

Y lo hacemos por Bv,y para BV!!